sábado, 12 de marzo de 2016

Palabras Devaluadas.

Marzo de 2016

Revolucionaré este blog... Iré a paso lento primero con entradas y posteriormente iremos haciendo los cambios pertinentes en su diseño sin perder el estilo. ¿Porqué? Muy sencillo, la etapa en la que vivo es completamente distinta y espero que un poco más madura al subir un escalón más al pasar a una nueva decena.

Hoy quiero presentar una opinión muy personal sobre los sentimientos. Y es que hace algunos días mientras veía ocultarse el sol en esta muy agitada ciudad. Estuve de pie un par de minutos con la mente totalmente en blanco cuando de pronto una idea cruzo por mi mente, como un flash que cegó toda mi perspectiva. 

¿Qué fue? Bueno, tengo la costumbre de mezclar todo en la nada y hablar de algo mientras pienso en otra cosa, mi pensamiento es como una licuadora que de pronto expulsa una idea como si de un híbrido se tratase. Y así fue, la sola idea del estado económico actual de este mi bello país y esa sensación de agua tibia sobre las manos frías (agradezco la simpleza de sus palabras para describir esa sensación), y entonces fue cuando caí en cuenta que hace algunos años regalé mis palabras.

Llegué a la conclusión de que existen "sentimientos devaluados" 

¿A que me refiero con esto? Bueno, en algún momento determinado creemos que las palabras que decimos son tan sinceras que las decimos con tanta convicción. ¿Cuáles palabras? "Te quiero" si, la simpleza que implica y al mismo tiempo la irresponsabilidad con la que se utiliza ya que según mi manera muy particular no se puede ir por la vida con ese par de palabras como si de un simple "wey" se tratara ¿Porqué? pues por que implica el significado más allá de lo común, cuando expresas dicha expresión en cuestión es por que esa corriente eléctrica que invade tu cuerpo te hace expulsarlas.

No es lo mismo decir "Te quiero amiga (mujer que conoces desde hace una semana y considera tu amiga)".
A decirle "Te quiero amiga (a la persona que te ha acompañado en esos momentos oscuros y luminosos)".

Existe un mundo de diferencia por que terminamos regalando nuestros sentimientos. Aquel día, en el ocaso de ese lunes me di cuenta que obsequié no sólo mis palabras, mi tiempo, mi vida y mis sentimientos. Entonces, en aquel entonces pensé que estaba bien pero ahora comprendo el valor de todo esto y ese lunes cuando sentí esa agua tibia recorrer no sólo mis manos frías sino el resto de mi cuerpo que la diferencia era tan evidente. Así que pensé que como yo he devaluado mis palabras con personas equivocadas a lo largo de la vida, quizá alguien devalúo las suyas conmigo.

No quiero ser el recuerdo devaluado de nadie aunque será imposible no serlo, tampoco quiero regalar más mis deseos y mis sentimientos a las personas equivocadas. Lo que si aprendí es que no tendremos la certeza de no hacerlo más, tal y como la volatilidad de las finanzas, todo es incierto pero no queda más que prepararte para el peor escenario y que cuando este se dé entonces estés preparada para cualquier eventualidad y solventar los daños.



by Gaiz - K (Martha P. B. Sandoval)