miércoles, 18 de mayo de 2011

Entre sueños

La noche está cayendo de nuevo... Es hora de dormir pues los grillos ya arrullan con su misterioso y peculiar canto que sacuden las paredes cálidas que rodean mi cuerpo helado, el suelo tan frío, mi almohada congelada y mis labios emiten el vapor seco del hielo ¿Cómo puede hacer tanto calor y yo estar muriendo de frío?.

Así, simplemente los grillos me adormecen de nuevo y lo último que escucho son las hojas de los árboles mecerse con el aire... Estoy cerrando los ojos pero todavía alcanzo a ver las nubes que negras van envolviendo la luz superflua de la Luna; sí, el sueño me esta venciendo pero que más da cuando mi sueno es vacío, sin forma ni sentido, sin ideas ni subconscientes incómodos... Sólo mi cuerpo cae reponiendo energías para un día futuro, para un amanecer sofocante. Una noche tan común que el dormitar no es un alivio sino un simple mecanismo de supervivencia humana.

Dormida... Finalmente vago por las sombras de un letargo ya programado, un hueco oscuro que no inspira ningún tipo de temor. 

¡Un momento! ¿Qué es eso?
¡Imposible! ¿Una luz? ¿Una forma? ¿Una voz? pero... ¿Quién interrumpe mi silencio? ¿Qué es eso?

Una tenue sombra se genera en lo que parece un espacio vacío y oscuro pero que dicha sombra puede visualizarse gracias a que una chispa de luz ha aparecido; pequeña, delicada y hasta cierto punto extraña pero que palpita con vida, una vida que va tomando parte de esa profunda oscuridad llenándola de calidez hasta que la voz ajena aparece entorpeciendo el paso de ella que desde lejos puedo observar y también escuchar, escuchar el sonido del teléfono y sentir su vibrar; una cara de sorpresa, los ojos inertes y casi desorbitados al sostener el aparato que sigue vibrando entre sus manos - ¿Número desconocido? ¿Pero como es posible? - pensamientos que invaden su mente tras incontables preguntas mientras que ella sigue viendo atravez de la oscuridad sin entender absolutamente nada al mismo tiempo en el que sale hacia el balcón oprime send y finalmente pone el auricular sobre su oreja, pueden escucharse ambas respiraciones, tímidas y sin decir más...


- ¿Hola?
- Hola...


Las dos respiraciones pueden oírse pero la voz de ella es temblosa al responder, muy dentro de si misma sabe quien es pero hace tanto tiempo ya que escuchó esa voz cálida, suave y tierna al hablarle que el pecho le palpita como si el corazón quisiera salirse

 - ¿Cómo estás? - pregunta la voz escondida en el celular

- ahm... ¿Bien? -
- ¿Bien?
- Quiero decir ¡Bien!
- Ah, perfecto... Me alegra que estés bien...
- ¿Pasa algo?
- Pues no lo sé exactamente... Pedí tu número espero no te moleste pero quería hablarte
- Ah ya sé a quien...
- Espera no te molestes...
- No, no me molesta
- Le insistí tanto la verdad, por que quería hablarte
- ¿Querías? ¿Hablárme?
- Bueno, quiero...
- Ok, no hay problema... ¿Cómo estás?
- Bien bueno no sé, la verdad es que no sé si te pase lo mismo y si no es así no te culpo pero... No me lo vas a creer pero es verdad...
- Ajam
- He estado pensando mucho en ti...


Ahí la conversación tomo un único sonido, una única frase He estado pensando mucho en ti ¡Imposible!... Sí es lo que decía su corazón el mismo que con fuerza se agitaba en ese momento tras un mundo de silencio mientras tanto, la espectante más importante sólo escucha y observa teniendo como única similitud ese palpitar detonante que se detiene cuando ella misma responde


- No sé que decirte... No sé que decir...
- No te preocupes, es mi necedad que me hace decirte todas estas cosas y ponerte incómoda... Perdóname - podía escucharse cierta melancolía
- Es que no es eso, pasa que me tomas por sorpresa pero si quieres saber algo... También he pensado en ti...


Brota la sinceridad, se humedece la voz y la luz se va desvaneciendo, perdiéndose tras ese circulo cuyo diámetro se hace cada vez más pequeño retornando completamente a la oscuridad - ¡¡¡No!!! - gime de duda pero rápidamente va alejándose como si le robaran su más escondido anhelo, su más esperado deseo, su vida... dejando en pensamientos mientras despierta "Eras tú la que daba a este mundo su color... Eras tú"(1) 

Tal parece que todo fue un sueño, un franco y fantástico sueño aunque sonaba tan real, parecía tan real... Un subconsiente confundido algo que sólo puede existir entre sueños.



1 Eras tú - Leonel García

martes, 17 de mayo de 2011

Mi Regreso.

Varios meses atrás parecían no avanzar conforme el día transcurría pues las horas eran eternas y los segundos parecían no existir ante la añoranza que sentía esa alma desvalida, esa alma que por necesidad pedía a gritos la única cosa, ¡no! mejor dicho la capacidad de seguir brillante y rebozante como meses atrás; y pasa que aquella alma ante esos días eternos pero al mismo tiempo veloces no hacía más que extrañar estando escondida bajo la sombra de su ser y la oscuridad de la noche, posiblemente con la mirada hacia afuera esperando que su esperanza se asomara en aquella rendija, esperanza que muere al último pero que parece ser más una fantasía, un sueño, algo formado por su imaginación, un espejismo y hasta una idea exagerada de lo que en verdad podría ser. Sin embargo, estaba siempre atenta a que volviera, que regresara y sonreír desde lo más hondo, con tal sinceridad que parece desconocida en ella, aquella que fue capaz de mostrar durante ese tiempo... Tiempo, ¿Qué tiempo fue aquel?

Pero pasaron los segundos, minutos y horas hasta que el día por fin terminó tal como una semana y los meses cuando se dio cuenta que su mirada se había perdido en la oscuridad, que sin querer nuevamente había acostumbrado esos ojos a la ceguera y la insensibilidad, cuando menos se percató sintió que su esperanza no tenía forma ni sentido, no tenía voz ni palabras y que en la distancia no existía ni siquiera en su jornada... Volvió a reír, sí a reír pero con el vacío en su mirada, con el hueco en su pecho pues ahora vagaba en las profundidades que reconocía y que sin darse cuenta durante ese "tiempo" extrañaba. ¡Claro! estaba en casa, en su casa con su penumbra, su vacío, su desvelo, simplemente sola como antes...

Como antes de conocer la luz que la abrazó, la calentó y le inspiró...

- ¡Pero que equivocada estás!
- ¿Equivocada?, no puedo reírme ahora que escribo sobre ti, de como recobraste la cordura, la insensibilidad y la apatía de volar, no puedo estar equivocada cuando fui yo quien sintió y vibró con lo que esa estúpida luz te hizo sufrir...
- Sufrir... ¿Qué sabes de sufrir? sufrir es verle lejos teniendo ganas de buscarle...
- Ya no sientes eso
- ... de seguirle, de estar cerca estando lejos. No, ya no lo siento... Ya no creo.
- ¿Entonces?
- Entonces no sé, sé que noches atrás en compañía de la soledad le busqué, urgué en mis cosas, en sus letras en el silbido de su voz, en el recuerdo de su mirada imaginaria, en la rabia de sus dudas en la agonía de las mías, en el dolor de su ausencia y en la persona que era cuando estaba internada sobre su costado, en las melodías que traen su figura repentina en mi pensamiento y en las letras que desearía leerle aun cuando no me escuchase...
- ¡Calla!...
- No puedo, noches atrás sentí su necesidad, sentí ganas de llamar y buscarle una vez más, de decirle...
- ¡No lo digas!
- De decirle...
- ¡No lo digas por favor!...
- Lo pensé pero ahora me cuesta trabajo decirlo, decírselo... decirle que le amé y que le esperé, decirle que hirió mi orgullo, lastimo con su lejanía y sus desplantes, que me mato una vez más con su alegría y su sonrisa, aquello que no cause con mis labios ni con mis manos; me abandonó como alma en pena, alma que soy y que seré aún cuando todo parece indicar que será inolvidable para mi, inolvidable pero no indispensable
- Lo dijiste...
- Dije lo malo que causo aún cuando me hizo reír con el corazón, cuando me hizo imaginar una vida distinta y un futuro lejano fabricado en sueños, en la vida dada después de mi muerte, en la resurrección de mi mirada, en la compañía y la lejanía de la soledad, en la aventura de lo nuevo y desconocido, en la ventaja del corazón y desventaja de la razón, en las noches de alegría sincera y en el llanto del dolor, en el egoísmo de su persona y en la fortuna de sentirme sólo suya... eso se acabó y regresó el dolor que me inspira, un dolor sano y brutal donde la excusa ya no tiene nombre ni rostro, mi dolor aparente en una demencia brutal, en mi locura emocional... Finalmente retornó la agonía de mi delirio, de mi oscuridad, mi soledad, mi próxima muerte o es que la luz se empeña en rozarme...
- Parece que está empeñada en acompañarte aunque ahora ese nombre, ese rostro y esa sonrisa no son las de ayer sino nueva.
- Creo que si.

Así es, el alma taciturna parece estar pensando en que ha perdido lo que tanto quiso pero que se acerca algo un tanto desconocido, también tiene nombre, rostro y sonrisa

¿Adivinas?