miércoles, 13 de julio de 2011

Distintos

Ameneció... Sí, finalmente amaneció que el sol deslumbró,
brillo tanto que los ojos oscuros que intentaron ver se cegaron,
no pudo ver nada, absoluatemente nada sólo sentir el calor de la mañana,
un calor desconocido que erizo los bellos de su piel,
todo diferente, sensaciones desconocidas... Nunca había visto la luz.

Al otro lado del mundo todo es igual, la luz, el calor y la cotidianidad.
Nada, absolutamente nada cambia y la claridad del día abraza.
Sin embargo, allá lejos todo es nuevo y aún no se han visto,
no se encuentran pero ese será el momento, el instante en que se crucen...
Se vean y el destino por fin se cumpla, juegue y se divierta.

La luz se aclara, la tarde cae y finalmente los caminos se encuentran...
Un hola, ¿Que tal? no existen, sólo sus miradas desconocidas
y el acelerado movimiento en el pecho que denuncia duda,
incapacidad de comprender pero gozo al responder.
¿Quien eres? ¿Quien soy? ¿Cómo nos hemos encontrado?
Vaya destino juguetón.

Duda, duda es la que empaña el comienzo de un lazo.
Curiosidad y sensaciones desconocidos que invaden.
Intriga que se reduce en sólo querer leerle, escucharle... Sentirle y por que no,
Olerle.
Risas, risas que de nervios brontan ante tan inesperada visita.
Timidez de responder a aquello que por tiempo llegó a desconocer.

Distintos eran los caminos que se llegan a entralazar.
Una tarde que no recuerda con exactitud pero que jamás olvidará.
La luz se mostró con su calidez, su sorpresa y un futuro incierto.
Distintos los momentos e iguales los sentimientos.
... Distintos, ahora todo es distinto...
... Distintos, ahora somos disntintos...
... Distintos.

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