miércoles, 29 de junio de 2011

Semanas

Pasan los segundos uno tras otro corretiandose hasta formar un minuto,
pasan los minutos un tanto dudosos hasta que sesenta generan la hora,
una hora seguida de otra y el tiempo se hace lento pero ya son veinticuatro...
veinticuatro y el día terminó con mil cuatrocientos cuarenta minutos
y miles de segundos que es la misma cantidad en que no dejo de pensar.

Tiempo, tiempo y más tiempo acelerado o lento,
tan cosntante como el pensamiento,
curioso y maldovado también que te llevan directo al averno,
aquel sitio oscuro y tenebroso de ideas absurdas y taciturnas,
de nostalgia envueltas en dudas,
de tristezas ahogadas en falsas sonrisas,
frías y calientes la gotas saladas de heridas calladas,
de cicatrices que no sanan.

Dolor donde el tiempo no pasa,
¿Por qué el tiempo no pasa en el dolor tan rápido como el en reloj?
gemidos de las voces que locas llaman,
silencio de las palabras que se extrañan,
y las venas que se desangran...
Pero nunca se secan, sólo sangran... Sólo claman.

¡Imposible!, van dos días y el llanto no se calma,
siete días y se ha hecho una semana, pero el tiempo no pasa...
Un par de semanas... Finalmente un mes, treinta días que parecen no ser nada,
nada por que simplemente el tiempo no avanza,
Pasan los días, uno a uno sin dejarse amedrentar por el silbido del viento,
curioso pero esos días son meses que dejaron de ser semanas,
ahora se han vuelto años y sin embargo, mi sed no se calma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario