miércoles, 30 de noviembre de 2011

Noviembre

Es obvio que las palabras no alcanzan cuando el sentimiento parece un fantasma
ni cuando los sueños se desplazan y terminan en la nada.
Evidente es que con cada mirada falsa se disfraza y engaña al alma
quien ingenua avanza sin siquiera cuidarse la espalda.
Cierto cuando el silencio es capaz de robar el aliento
convirtiendolo en el mejor y único anhelo.

Alguna vez escuché el canto del pájaro pequeño,
un día fui capaz de ver y casi sentir la suavidad de las nubes
a causa de tu inspirada e insana esperanza,
estuve a punto de secar mis lágrimas pidiendo que regresaras,
casi no dormi cuando hasta en sueños te apartabas y me dejabas.
Camine en silencio por mucho tiempo a petición de mis miedos,
callé cuando tus sílabas parecían luces de amaneceres sinceros... Engañaste...

Mentiste con sonrisas desdibujadas detrás de la mañana.


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