¿Sueños?

 
Imaginando noche a noche incluso, día a día la misma situación aunque con tomas distintas como si de una pelicula se tratase, veo cada uno de esos detalles tallados en facciones y expresiones, logro visualizar e incluso sentir el viento de ese día (en caso que existira) el cual despeina mi cabello por lo que tengo que amarrarlo antes de terminar por tenerlo completamente dentro de la boca que seguramente estará silenciosa aunque en mis visiones observo, sí es lo único que hago, no dejo de observar pero eso es una mentira por que moriré de la pena y me sonrojaré. No diré absolutamente nada y mantendré la mirada a un lado y entonces digo: ¡Que ridícula! ¿Cómo puedo imaginar algo que es una mentira?.

Esa es la realidad de las ficciones, simplemente unala idea de realizar lo que en verdad nunca se hará. He tenido muchisismos sueños con una sola constante en mi cabeza, no la diré por que sería perdida de tiempo pero lo que si sé es que ahora lo detesto pues llevo años manteniéndolo aunque recientemente es que comienzo a detestarlo pues me doy cuenta que tal como un sueño, éste se esfuma y parece cada vez más lejano. No mentiré ya lo hice un objetivo o por lo menos la raíz de mi realidad falsa pero, de ahí a que cada escena idealizada, cada díalogo, cada gesto o cada pensamiento contenido en otro pensamiento; se lleve acabo, la verdad es que lo dudo mucho.

¿Cuántas veces hemos pensando en fantasías que en determinado momento nos parecen absurdas? No puedo hablar por los demás pero sí por mi y, desde que tengo conciencia; es decir, hace algunas semanas donde a travez de lecturas olvidadas es que me doy cuenta de que no se puede vivir de sueños. No como dejar que éstos sueños sean el motivo de tu día, obviamente no me refiero a estos ideales como el éxito, un auto, una casa o la sonrisa de tus seres queridos (cursilería talvez), sino a falacias que no te llevan a ningún lado.

Hoy que estoy releyendo esta entrada que empecé a escribir hace ya 4 meses es que le doy un sentido distinto en razón de reprenderme a mi misma. A los últimos acontecimientos no hay permisos para recordar, recrear, idealizar con cosas que con seguridad digo: No llegarán jamás.