Trás el anochecer.

Pensando... Como nunca antes las ideas volaron

y... Y te heche de menos de nuevo.

Ayer aún me imagine que estando lejos,

muy lejos pude tocarte en mis sueños,

reencontrarte y enfocar mis ojos,

concentrarme en tu mirada oscura de espejos.

Ayer todavía tuve que suprimir mis deseos.

Pero ayer termino por lo que hoy respiro y transpiro,

me invaden los nervios de lo desconocido,

de lo que vi muerto y lejano, horrible y profano.

Hoy se aclara mi alma... Y amanece tras mi ausencia de habla.

Hoy es diferente y es por que en mi mente ya no puedo verte,

ya no quiero verte, no quiero extrañarte pero no quiero olvidarte.

Sigo escribiendote como el primer día de mi agonía,

al ritmo de esa canción que en su día,

fue la razón que tuvimos para decirte lo que sentía,

la confianza para gritarte tímida que por tí vivía.

Hoy eso es el recuerdo de mis fantasías.

Venciendo lo que despertó mi pecho con latidos escandalosos.

Entendiendo en tus palabras que era correspondida.

Rompiendome en pedazos cuando por instantes te perdía.

Omitiendo tus silencios para sentirme protegida.

Nentralizando tus monosilabos con sonrisas y despedidas.

Invalidando mis frivolidades por darte ternura.

Cambiando mi vida por una risa tuya.

Andando a sigas sin importar nada por que... Simplemente existías.

Hoy visualizo desde lejos, siento muy cerca...

Analizo... Busco, encuentro y no es precisamente lo que creo,

te estás diluyendo, escapandote lejos trás el anocher.

Meadows of heaven

I close my eyes
The lantern dies
The scent of awakening
Wildhoney and dew

Childhood games
Woods and lakes
Streams of silver
Toys of olden days

Meadows of heaven

The flowers of wonder
And the hidden treasures
In the meadow of life
My acre of heaven

A 5-year-old winterheart
In a place called home
Sailing the waves of past

Meadows of heaven

Rocking chair without a dreamer
A wooden swing without laughter
Sandbox without toy soldiers
Yuletide without the Flight

Dreambound for life

Flowers wither, treasures stay hidden
Until I see the first star of fall

I fall asleep
And see it all:
Mother's care
And color of the kites

Meadows of heaven

Cierro mis ojos
La linterna se muere
El olor del despertar
La miel y el rocio

Los juegos de la niñez
Los bosques y lagos
Los arroyos de plata
Los juguetes de días antiguos

Los prados de cielo

Las flores de maravilla
Y los tesoros ocultos
En el prado de la vida
Mi acre de cielo
Un corazón de invierno 5 años más viejo
En un lugar llamado hogar
Navegando las olas del pasado

Los prados de cielo

La silla mecedora sin un soñador
Un balance de madera sin risa
Una caja de arena sin soldados de juguete
Un pequeño avión sin el Vuelo

El sueño deseado para la vida

Las flores marchitan, los tesoros se quedan escondidos
Hasta que yo vea la primera estrella caída

Me duermo
Y los veo a todos:
Sus madres los cuidan
Y el color de las cometas

Los prados de cielo

Thank you

Saber que en la lejanía del horizonte se esconde la luz.
Amanecer vivo lleno de ilusión, de esperanza.
Nítidos rayos cálidos y dósiles que acarician la piel del alma.
Día que lentamente avanza marcando en sus horas la distancia.
Y entonces, sólo es entonces que la mirada y el pecho se aclaran.

Grandes y pequeñas son las esferas de agua que brillan con el Sol.
Raras e indiferentes las tormentas que se calman aún en el interior.
Antipáticas las sonrisas que en medio del silencio existen.
Ciegas las miradas que aunque observan nada persiven.
Inertes los sentimientos que por lapsos vienen y confunden.
Ajeno el corazon que aunque agoniza aún vive.
Sí, sólo si aquello finge... Entonces nada existe.

Principio de algo que no se sabe si será duradero.
Otros que por creer van al cielo, mientras que algunos observamos desde el suelo.
Rotos los lazos que con un perdón se reúnen y acaban siendo eternos.

Tantos años, tantas vidas y muchos más recuerdos.
Olvido... Palabra que no existe cuando el tiempo no pasa.
Donde los amaneceres son eternos y la calidez de una palabra basta.
Oscuros que se aclaran cuando se secan las lágrimas.

... Así es como en unas lineas te digo que las vidas aunque pasen jamás serán largas.
... En parrafos humildes de sílabas absurdas te doy las gracias.

PD. Lo más importante es la primera letra de un renglón.

Te extraño.

Tengo los bolsillos rotos y llenos de nada,

vacios de fe, de esperanza, de algo que me de calma.

Tengo rota el alma que piadosa ya no llora,

no sufre, no añora y no extraña.

Tengo perdida la memoria de recuerdos

donde los nombres se vuelven vagos

y los ayeres mueren con cada vaso.

Voy de la mano a un espacio oscuro y frío,

triste y lejano, solemne y aburrido.

Voy caminando bajo el mar de mis lágrimas,

saladas y amargas de una incontenible sequía.

Voy desnudandome tirando pedazos del corazón

que se ensucian y desaparecen cuando los pisa.

Tengo llenos los bolsillos de desventuras y nostalgia,

de sueños frustados e ilusiones difusas.

Tengo la ausencia de su presencia que por más que intento

no desaparece, no me abandona, no se esconde.

Tengo la partida de ella, mi soledad que también se marcha.

Tengo ganas de hacer nada, de huír... de no volver a casa.

Voy enfurecida con mi necedad, mi necesidad.

Voy insatisfecha de olvidar y empezar.

No logró desvaneces tu esencia, tu figura.

Intento esconderme en las fisuras de dolor, de la soledad.

Quiero dejarte lejos y no mirar atrás pero,

pero me doy cuenta que mientras más intento...

Mientras más fallo, más pienso... Más te busco.

Que cuando estoy sola, desvalida

es cuando me doy cuenta que te extraño

Danzando...

El sol quema, quema demasiado...
no hay más que el resplandor de la luz y su calor abrazador,

el asfixiante aire cálido de un horno de asfalto,

el ruido agobiante de los animales mecánicos

cuyos chillidos erizan la piel de molestia y asco.

Caminando sin rumbo definido pero en una sola dirección:

La vida, vida absurda y necesaria,

de pensamientos vanos e inutiles conservando el recuerdo latente,

un recurdo sobrio y casi diluyente.

Un poco de sombra ante el cielo candente,

un alto de las bestias al andar y reluce una aparente tranquilidad,

tan diminuta que parece no existir ante el movimiento constante.

Todos ciegos, todos caminando, todos serios y fijos... Todos muertos.

Zombies danzando, intentado pensar a la velocidad del viento,

en la sonoridad de las sirenas y de cualquier modo... Nadie escucha.

!Sordos¡.

 Pies sucios de polvo, almas desencajadas en sonrisas falsas,

en rostros fingidos de bondad y amabilidad,

manos movibles en intentos de ignorar, de afirmar... de nada.

Y aún, el sol abraza... Quema, desenvaina en látigos de luz...

De vida. ¿Vida? eso a lo que llaman respirar...

Yo respiro y no muesto vida, soy carente de sentir heridas,

de respirar y sentir aromas, de ser acariciada por el viento

que soberbio estremece mi cabello.

Estoy muerta y me duele saberlo... ¿Dolor? ¿Sencibilidad?

¿Qué es lo que significa?

Mi Historia: Disculpa.

 El comienzo
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Enero 2008

Hola...

La verdad no sé como empezar, incluso no tengo la menor idea de si es correcto escribirte o no. Pensé mucho en hacerlo y mientras más pensaba me doy cuenta del error que cometí hace algunos días contigo, ahora que reflexiono por fin puedo ponerle nombre a mis sentimientos y debo confesarte que sentí celos. No sabía exactamente que era y si es que puedo llamarlo de esta forma pero me irritó enormemente que la defendierás acusándome a mi. La defendiste tanto y al mismo tiempo me acusaste de la misma manera que la rabia subio hasta mi cabeza y me cegué por lo que decidí alejarme y dejarte aún cuando inexplicablemente senti y ahora siento un vació en mi interior.

¿Sabes? pensé que teniamos una linda amistad, que me conocías un poco por que yo permití que lo hicieras, dejé que entrarás y comence a darte mi confianza y te digo la verdad, no tengo la menor idea de por que lo hice y lo sigo haciendo apesar de que hace días no sé absolutamente nada de ti.

Te confesaré algo, me da un poco de verguenza pero aún cuando mi enojo me dominaba seguía pensando en ti - Incisto, no sé por que pero simplemente no sales mi mente - en como estarías y que es lo que hacías ya que como te dije, decidí alejarme y eso incluía evitarte a toda costa y por todos los medios pero... Ahí es donde comienza mi confesión. Le pedí a una amiga mía que te buscara sin conocerte, que se entrometiera tanto como pudiera para poder localizarte y así saber lo que piensas o lo que estaba sucediendo así que se hizo pasar por alguien que me odiaba y entonces ¡Entonces reaccionaste! no era como lo había pensado, nuevamente me sorprendiste.

Ella dijo un par de pestes de mi y tu confesaste, le dijiste que me extrañabas, que tenías dias sin verme pero que lo entendías, ella preguntó que es lo que pasaba y tu respondiste con un:

"Creo que ella ya no quiere verme y eso me lastima, pero lo entiendo."

Te vío con un semblante afligido y hasta cierto punto resignado pero siguieron hablando de mi hasta que tuvo que irse, sonreíste y la despediste.

Como no era de esperarse, vino a mi y me contó lo que habían dicho aquel día. Todo, absolutamente todo me lo dijo y fue cuando me sentí peor, de alguna manera tu te sentías mal y yo un tanto mas por eso, a petición de las voces de mi conciencia, de mi ... ¿Corazón? - Es raro decirle por su nombre ya que para mi no es más que un músculo pero que extrañamente cada vez que te veo o te siento él te siente mucho más - y mía propia te escribo pidiendote una disculpa, no tengo claro de que pero sé que debo pedirtela.

Espero me disculpes y sigan dándome tu amistad por que yo quiero ser tu amiga por siempre, me hace falta hablar contigo y platicarte tantas cosas absurdas y serias, esas que sólo contigo logro decir sin verguenza y que sé me entiendes. Un abrazo.

Se despide de ti...

Tu amiga.

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Yo ya no estoy aquí

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Pasando entre largos caminos, estrechos y amplios,

vanos y significativos, coherentes e indecentes.

Sumergiendose en el agua del alma prohibida

en el seco manantial de una vida perdida,

Caminando sin andar por los senderos que espinan,

que sangran y derraman serenas lágrimas amargas.

 

Cabizbaja entre los rascacielos de dudas,

meditabunda de las ilusiones insatisfechas

de locura y deseos, de soberbia y silencio.

Sonriente de la falsedad y el anhelo,

de la hipocrecia y el mismo sufrimiento

que ahoga y exprime las entrañas.

Cínica de miles de fallas y dolida por el único afecto,

por ese que incondicional le dijo que no era cierto

lastimando sin piedad desde muy dentro.

Avanzando sin moverse en el tiempo,

negando con silencios esos delirios

de fantasías fabricadas por el desconcierto,

fantasias inconsientes transformadas en sueños.

Soñando, soñando con los juegos del pasado,

del presente, del desorden en el viento

que mezclan los instintos del ánimo

salvaje que seduce al cielo llenandolo

de nubes grises y pesadas... De agua salada.

Nadando en la soledad de ese cuarto oscuro,

negro en ausencia de ventanas e incipida 

de sensaciones vanas, falsas e insensible

de aquello que la gente normal llama alma,

quien confundida desaparece tapandose del sol.

Alma, ¿Alma? ¡Alma!... Ya no entiende, no tiene nombre,

enfurecida se ha escondido en la profundidad

al confín del encierro, del destierro donde

el tiempo no avanza y las heridas no sangran,

sumergida en la tranquilidad de la oscuridad.

 Duele, parece que duele no gritar y liberar,

liberar la amargura de las venas estropeadas 

con furia reprimida, con cólera que en plena agonía

no perdona que el llanto no salga a recibirla,

dándole la bienvenida con golpes de virtudes desconocidas.

Virtudes, falsedades envueltas en buenas intenciones,

intensiones ocasinales para saber que es lo acontece

en la búsqueda de espejos, de amaneceres

que tardan en aparecer como el hedor a muerte,

descanso alterno y opcional para decir:

Yo ya no estoy aquí.

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