martes, 30 de agosto de 2011

Trás el anochecer.

Pensando... Como nunca antes las ideas volaron
y... Y te heche de menos de nuevo.
Ayer aún me imagine que estando lejos,
muy lejos pude tocarte en mis sueños,
reencontrarte y enfocar mis ojos,
concentrarme en tu mirada oscura de espejos.
Ayer todavía tuve que suprimir mis deseos.



Pero ayer termino por lo que hoy respiro y transpiro,
me invaden los nervios de lo desconocido,
de lo que vi muerto y lejano, horrible y profano.
Hoy se aclara mi alma... Y amanece tras mi ausencia de habla.
Hoy es diferente y es por que en mi mente ya no puedo verte,
ya no quiero verte, no quiero extrañarte pero no quiero olvidarte.


Sigo escribiendote como el primer día de mi agonía,
al ritmo de esa canción que en su día,
fue la razón que tuvimos para decirte lo que sentía,
la confianza para gritarte tímida que por tí vivía.
Hoy eso es el recuerdo de mis fantasías.

Venciendo lo que despertó mi pecho con latidos escandalosos.
Entendiendo en tus palabras que era correspondida.
Rompiendome en pedazos cuando por instantes te perdía.
Omitiendo tus silencios para sentirme protegida.
Nentralizando tus monosilabos con sonrisas y despedidas.
Invalidando mis frivolidades por darte ternura.
Cambiando mi vida por una risa tuya.
Andando a sigas sin importar nada por que... Simplemente existías.




Hoy visualizo desde lejos, siento muy cerca...
Analizo... Busco, encuentro y no es precisamente lo que creo,
te estás diluyendo, escapandote lejos trás el anocher.


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