miércoles, 25 de enero de 2012

Nueva...

¿Te escondiste no es así?, me dejaste y lloré...
No me viste indefensa, lamiendo mis heridas en tu ausencia,
te fuiste cuando una noche atrás estabas brillando,
cuando ese día sonreíste y me ahogué
me asfixie con la sal del agua, con el llanto de mi alma,
ese día huiste, me dejaste así... ¡Llorando!.

Sumergida en la soledad de la oscuridad,
en la advertencia de mi alma sollozante,
esa que me dijo: No te fiés, no te creas... No le creas.
Te busqué, sí... ¡Te busqué! me desesperé y no te encontré,
corrí atrás de ti, grité y no me pudiste oír... Nadie escuchó,
Nadie vino, solas tu y yo; sin embargo ese día te perdí.

No escuché, no huí pues sólo me senté y te esperé,
pero no llegaste, nisiquiera te asomaste para poderme revivir,
para poder acariciarme con la frialdad de tus manos,
con la solemnidad de tus brazos obrservando,
viendo con el vacío de tus ojos lo gris de mi cuerpo,
lo frío, lo vano, lo incompleto, lo roto... Me abandonaste, te perdiste.

Ayer, ayer te ví sonriente y altiva brillando...
¡Falsa! Tu no brillas... Ayer, sí ayer te vi y me ignoraste
para días siguientes volver sonriente...
Ese día me hiciste falta, te esperé y rogué,
lloré y lloré que hasta inconsiente te soñé... 
Te fuiste, te escondiste... ¿Porque deseaparecer?
Nueva tenías que ser.


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